4.13.2011

Detesto con mi ser los días nublados.
Siempre me han dado la sensación de tristeza, depresión, oscuridad, provocan en mi unas ganas inevitables de querer quedarme acostada todo el día, sin hacer nada solo comiendo y viendo tv.


Pero lejos la mejor manera de terminar un día nublado, frío, lleno de cosas, de correr de un lado para otro como enferma de la cabeza es estar ahora disfrutando de la maravillosa vista santiaguina que tengo desde mi amado balcón, con una rica taza de té rojo bien caliente acompañada por mi mayor vicio y el favorito un cigarro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario